Test de hechizos en Harry Potter: ¿conoces todos los hechizos y la magia de la saga de Harry Potter? ¡Ahora puedes demostrarlo! ¡Haz el Test!
Este es el test dedicado a los hechizos en Harry Potter. Como en cualquier historia de magos que se precie, los hechizos son una acción importante para definir la valía de un mago. En el mundo de Harry Potter, son cruciales para llevar la trama a buen puerto, ya que sin un determinado hechizo no se accede a su objetivo.
Además, la acción mágica puede realizarse por tres vías: mediante la varita ordinaria o el gesto de la mano; además de estos últimos, que requieren una fórmula que acompañe a la acción física, existen hechizos no verbales. Estos últimos pueden realizarse sin pronunciar una palabra; sin embargo, sólo los magos verdaderamente experimentados, como Dumbledore o Voldemort, pueden tener este poder.
La duración de los efectos, en cambio, es variable. Algunos hechizos son instantáneos, como el "stupeficium", que consiste en un hechizo que puede lanzar al adversario a decenas de metros de distancia. Otros hechizos, en cambio, tienen efectos de larga duración, como el "petrificus totalus", un hechizo que, como su nombre indica, te inmoviliza durante un tiempo nada despreciable. Las curas de los actos mágicos no siempre son eficaces; de hecho, hay hechizos que no pueden devolver a la víctima su aspecto anterior. Un ejemplo de ello es el episodio en el que Snape lanza un "Sectumsempra" a George, provocando la amputación de su oreja. Este hechizo inventado por el profesor Snape tiene el poder de desangrar a la víctima, sin embargo, las curas muggles pueden curar la hemorragia, pero si se lanza sobre un elemento único como la oreja, no hay magia ni cura que pueda restaurarla.
Las maldiciones implacables tienen un énfasis importante en la saga de Harry Potter. Si se realizan, provocan el encarcelamiento inmediato en Azkaban, aunque este procedimiento no se respeta en los libros ni en la saga. Estos hechizos, los más oscuros de todos, son tres y se denominan respectivamente Avada kedavra, el anatema que mata. La maldición cruciatus que causa dolor físico y psicológico a los destinatarios y, por último, la maldición imperium que sirve para controlar las mentes.
El atractivo de la saga de Harry Potter ha construido una gran cantidad de imágenes con estas fórmulas mágicas, que a menudo tienen una etimología muy peculiar.